Hace unos días visité el Museo de Charles Dickens. Básicamente se trata de una casa-museo como muchas, en donde se intenta preservar de manera casi 'intacta' la casa y la vida que llevaba nuestro escritor; sin embargo, a diferencia de otras casa-museo que he visitado, la de Charles Dickens consigue plasmar la esencia, identidad y presencia del escritor entre las habitaciones. Para mí fue un descubrimiento puesto que no solamente vi unos muebles preciosos, como suelen tener esta clase de museos, sino que además pude sentir a Dickens y comprender sus obras de una manera más completa.
La casa consta de 5 pisos de los cuales 2 forman el sótano y el ático destinados a los sirvientes y a los que Dickens probablemente nunca entró, como era la costumbre en la época; y 3 pisos dedicados a él y a su familia.
El 'ground floor' es un espacio que muestra la vida pública victoriana en donde lo más destacable es el comedor, que es una obra de arte destinada a los invitados que solía tener.
El primer piso es sumamente interesante en lo que respecta a Dickens en su profesión como escritor, pues encontramos su Estudio, donde entre libros escribió algunas de sus obras más importantes como Oliver Twist, y el Drawing Room, una habitación en la que Dickens aunaba su literatura y su recepción, lo cual es digno de estudio y observación. En aquellos días, Dickens invitaba a amigos a esta habitación y les leía sus obras llegando incluso a representar sus personajes.
Finalmente, el segundo piso muestra los dormitorios, uno de los cuales era el dormitorio matrimonial de Charles Dickens y Catherine Hogarth. Después de tener 10 hijos juntos, la pareja se separó. Lo que logra transmitir mayoritariamente este piso es esta ruptura, dedicando incluso un rincón exclusivo de objetos relacionados con ella, como por ejemplo un anillo de serpiente que Catherine regaló a su hermana Georgina años después de la muerte del escritor como símbolo de su traición por haberla abandonado.
El museo quiso, además, dedicar el ático de la casa, que anteriormente había sido los dormitorios de los sirvientes y la guardería, a la vida pasada de Dickens, una vida que mantuvo en secreto excepto a su esposa y a sus lectores de manera indirecta, una vida que le llevó a conocer de primera mano la pobreza y las condiciones insalubres de la ciudad de Londres que después nos transmite en sus obras. Tras el encarcelamiento de su padre por deudas, la familia desciende notablemente su estado de vida y Charles Dickens tiene que trabajar en una fábrica a los 12 años.
Reitero nuevamente el buen trabajo del museo que es capaz de mostrar un interior y un exterior del escritor, además de que en cada una de las habitaciones (excepto las de los sirvientes) se distribuyeron unos pequeños libros en los que se lee 'Read Me' (Léeme), dos palabras en las que se encarna al escritor en cada habitación, logrando así plasmar esa tentación que supone un libro para un escritor, una curiosidad irrefrenable que intenta ocultarse entre la portada y contraportada que le sirven de cascarón.
Altamente recomendable si te das una vuelta por Londres, especialmente si has leído alguna de sus obras.
Me ha encantado!!
ResponderEliminarNo lo he visitado aún pero tengo muchas ganas de ir. Además, después de leer tu crítica me causa mucho interés.
Marco el lugar como mi próximo destino.